Sistemas de Telemedicina: Estado actual
A efectos didácticos, podemos dividir las prácticas actuales de Telemedicina en 3 grandes grupos:
A) Prácticas con Video-conferencia:
1) Tele-Consulta Médica: Hace posible el examen del paciente sin importar la distancia que lo separa del médico. Se utiliza una red de computadoras, cámaras de alta resolución y líneas telefónicas especiales dedicadas. La Teleconsulta es sumamente útil en especialidades en las que el contacto físico médico-paciente no es fundamental, como por ejemplo la psiquiatría y la dermatología.
2) Interconsulta: Habiendo sido ya examinado el paciente por un médico local, éste utiliza el sistema para certificar sus hallazgos con especialistas que no residen en el lugar.
3) Cirugía guiada: Por medio de la video-conferencia, es posible para un cirujano ser guiado o supervisado en tiempo real por un profesional con mayor experiencia o especialización.
B) Telecirugía:
En términos simples, la telecirugía es aquella en la que el cirujano no tiene contacto físico directo con el paciente. Como se vio en el punto anterior, mediante las tecnologías de video-conferencia puede practicarse la “cirugía guiada”, que en general es mínimamente invasiva y de relativamente bajo riesgo. Entra dentro de esta categoría la cirugía video-laparoscópica, que con técnicas de Telemedicina, puede ser monitoreada en forma remota.
Aún en el campo experimental, aunque con algunos resultados exitosos, se encuentra la telerrobótica médica, que permitirá en el futuro practicar cirugía a distancia mediante robots que reproducen los movimientos de las manos del cirujano, que se encuentra en otro lugar manejando los telecomandos y monitoreando el campo operatorio en tiempo real.
C) Telerradiología y Teleimagenología:
Es una de las modalidades de Telemedicina que más éxito ha tenido, y una de las más ampliamente utilizadas por su simplicidad e inigualada confiabilidad.
La distribución de recursos humanos especializados en Diagnóstico por Imágenes es frecuentemente irregular, y en nuestro país se encuentra altamente concentrada en los centros urbanos, especialmente en los mayores.
No es igual la distribución de los recursos tecnológicos, observándose frecuentemente la presencia de equipos diagnósticos de alta tecnología como tomógrafos y equipos de resonancia magnética en sitios donde no reside un médico con la formación necesaria para la interpretación de las imágenes.
Esta circunstancia genera un flujo de personas y materiales que ocasiona altos costos, los que en definitiva se agregan al elevado gasto en atención médica.
La Telerradiología permite transmitir por líneas telefónicas convencionales, presentes en este momento en cada sitio del país, las imágenes de un paciente sin necesidad de la presencia del médico.
Otro caso muy frecuente y problemático es el de las urgencias diagnósticas, en las cuales el médico imagenólogo, aunque resida en el lugar, debería estar físicamente al lado del paciente. La Telerradiología permite en estos casos un diagnóstico rápido y una elevada relación costo-beneficio, además de los obvios resultados en cuanto a la toma de decisiones médicas de urgencia.
La Teleimagenología abarca un amplio espectro de imágenes médicas: telepatología, teledermatología, telecolposcopia, tele-endoscopia, telemedicina nuclear, etc., para las cuales valen las mismas consideraciones que para la Telerradiología.
La Teleimagenología en general, y la Telerradiología en particular son herramientas que permiten una distribución planificada y armónica de los recursos humanos, evitando duplicación de tareas y de profesionales.
El uso de la Internet para la transmisión de imágenes médicas es cada vez más frecuente, y brinda la posibilidad de bajar costos en comunicaciones y de superar las fronteras del país sin costo adicional.